Friday, September 21, 2012

Año 2011

AÑO 2011

Para Vida y Muerte:


En el corazón de la pintura de Alex Chellew

La obra de Alex Chellew establece una ruta, digo toda la acepción de este término, desde lo que significa: La recopilación y acopio de los elementos cotidianos, que suman el transito del tiempo.

Boletos de micro, de metro, de avión, de barco y de buses. Timbres, vales, boletas, entradas, estampillas, pequeños sobres, imágenes de pasaportes, carnet, fotos familiares, antiguos documentos e imágenes halladas. Elementos que arman dicha consciencia del tiempo en el testimonio del impreso y del objeto.

Uno a uno, uno tras otros, como si la sumatoria de estos fragmentos constituyera virtualmente una línea de tren, en que cada vagón posee la virtud desbocadora de un momento, estableciendo un proceso de montaje de episodios a modo de relatos cinematográficos. Imágenes que retrotraen al hábito infantil del acopio lineal de objetos en una gran cadena generadora de relatos.

Frontera entre cielo y tierra, como un viaje en el límite horizontal de la cordillera, el borde de la costa, un perfil de la estepa o una línea en el desierto. Arriba en el cielo un gran y denso cielo azul y bajo esta frontera, la estructura agreste del territorio con sus misterios telúricos con sus tesoros y sus horrores.

La presencia del dato real, del collage en el artista, confronta permanentemente la realidad de la ficción. Con el referente grafico hallado del documento, por un lado y por el otro, el contexto del ejercicio pictórico, el color, la mancha y el dibujo… este último presenta otro modo de relacionarse “del diario cedazo de los hechos perdidos “(al decir de Neruda en walking arround). Proponiéndole a un presente factico una dimensión poética y ensoñadora, que genera el filo trazo estilizado y el color disociado del marco grafico del trazo.

La figura del recorrido y del viaje, acusan actualmente en la obra madura de Alex Chellew una revisión panorámica de los valores extremos de la existencia. El conflicto Vida- Muerte. Su pintura constituye un acto potente de consciencia por la dimensión valorica y permanente de su quehacer. Así como el testimonio del gesto plástico y humano de su condición de artista. Estos valores, no solamente, han estado presentes en los momentos críticos “de la muerte de la historia”, reciente de Chile en las que el autor con su obra y su testimonio, en el campo de la contingencia. Mediante la entrega y servicio a la comunidad: Convocando, promoviendo, organizando la actividad del arte y la cultura, hacia iniciativas transcendentes en el marco de la cultura y los espacios de vida en Chile. Sino que también en otra dimensión que es la presencia íntima del amor. Como otro “obrar” fundamental de la existencia, el llamado profundo del enlace amoroso, erótico, cómplice y pasional. Lo anterior como un faceta, complementaria a otra de tono (re) conciliador y sanador, protector y regenerador, calmo y ensoñador.

Dimensiones que se hacen presentes en todos los elementos constituyentes de su obra: La pareja humana, La familia, Los hijos… perritos, los animales…perro y gatos, Los amigos desaparecidos como, Francia Rosales de Murillo, Enrique Murillo, Flavio Chellew, Ulises Gómez, Jorge Mac Ginty, Aldo Lazo, Félix Maruenda, Francisco de la Puente,….¡Viejos perros, queridos!... Son acogidos en el espacio del hogar, pero también en el espacio de la obra, transfigurándose en míticos personajes tutelares o guardianes de la condición ensoñadora de su pintura. Así como la promesa feliz del “Joeu Vivre” de sus dibujos.

Pintura con corazón

La pintura de Alex Chellew, siempre tiene corazón, corazón terráqueo, corazón–hogar, la unión familiar, pero también el corazón del arraigo y del desarraigo; corazón prestado, en el corazón de Francia, corazón de lengua y de pertenencia, Gran Corazón, corazón-perro, corazón-lugar y finalmente Corazón País.

En momento actual, en la obra de Ale Chellew, comprenderá una revisión episódica en la cual, el conflicto entre documento y mancha, entre tela y objeto, comprenderá también un dialogo con objetos, todo lo anterior en visiones secuenciales en las que comparecerán los anteriores antecedentes pero en suertes de vitrinas, nichos, cajas, envases, clausuras, clasificaciones en que imágenes, los viejos perros, se enfrentan a pequeñas herramientas, herramientas, instrumentos, ¿armas?, que constituyen galerías, ventanas, ¿trenes?, en las que el signo de dichos elementos se confrontan al gesto, objetos sobre los rostros, frases que recorren estas galerías, textos que son texturas, que son finalmente paisajes dinámicos, enfrentados como un comic, como un film con una fluidez de relato que innova en su trayectoria para esta exposición.

Mario Soro Vásquez
Artista Visual. Licenciado en Arte. Mención Grabado PUC.
Santiago, 2011

Lo que tu tienes que hacer...
50 x 50cm.
 
Fui un perro callejero
T. Mixta s/ tela
150 x 170cm.

Con tu muerte Creci
T. Mixta sobre Tela
150 x 150cm.
 


homenajes
Pareja

Par 140 x 140cm.

Paraguas Intervenidos
En Memoria de Olga Vega Roca


 Obra Intervenida

Mis años de estudiantiles

Mis años 80
t. mixta s/tela
120x150cm