Wednesday, June 28, 2006


en la universidad 1989
Recuerdo cuando me decidi por el arte, entonces me cuestione a cerca de la identidad y comence a leer articulos como el siguiente:

Es cierto que parte de nuestra producción artistica es ciertamente matrices estéticas del centro de Europa y de los Estados Unidos. abstraídos de sus implicaciones históricas y de sus referentes culturales.

También es cierto que con ello queda de manifiesto en forma acentuada la debilidad del espacio cultural Latinoamenricano y dentro de este el chileno, que es incapaz de elaborar sus propias teorías estéticas y reflexionar sobre la exacta ubicación histórica de su arte "lo bueno viene de afuera" constituye un fenomeno constante en America Latina y forma parte de nuestra pintura y de nuestro arte en general y es un factor que influye en el perfil de la identidad, como reacción se ha inventado la búsqueda de un arte endógeno basado en el convencimiento de lo propio como valor absoluto del proceso cultural como fenómeno y de los préstamos o transferencias artísticas como una amenaza.

Despuñés de la primera guerra mundial nacio el movimiento indigenista en la pintura como valores ajenos y diferentes a la pintura europea. Esta busqueda no fue solamente como rechazo a principios racionales, intelectuales y cientificos, sobre los que la civilización européa se basaba, sino que también por razones históricas que resultan evidentes, fue Mexico el culto a los valores indígenas tuvo mayores alcances, la revolución mexicana (1910) no solo cambió la actitud del pueblo hacia el indio, sino que también le acordó un lugar prominente en la nueva mitología revolucionaria. El indio representaba lo nacional. lo no extranjero. El indigenismo no fue una tendencia solo artística, su aparición está vinculada a posiciones políticas y sociales de lucha. La Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) fundada por el lider político peruano Raúl Haya de la Torre en 1924 propuso el nombre INDOAMERICA y lo hizo por una simple cuastión formal: se quizo afirmar la centralidad propia, se reivindicó el pasado indigena como proyecto de identidad futura.

Esta actitud tuvo segunda respuesta en el fenómeno de la negritud, que intento subrayar la importancia africana en la conformación del ser Latinoamericano como apropiándose de la rica simbología del arte africano como igualmente su flora y fauna.
Dos factores influyeron para otorgar dignidad al hasta entonces desaparecido negro, en primer lugar al hacerse efectiva la independencia de Cuba, se produjo una búsqueda de identidad nacional y aspectos ignorados de la cultura cubana comenzaron a ser investigados y examinados.
El segundo factor fue la revalorización del hombre negro gracias al interes europeo por el arte africano introducido por los vanguardistas artísticos, entonces surgio el nombre de AFROAMERICA.
Otra variable que recorre nuestro arte se la puede denominar una estética cosmopolita el punto de partida es el reconocimiento de la cultura afroamericana e indoamericana, y las otras culturas llegadas a nuestra America, a Chile, es en esta variable en donde me situo, en esta identidad y quienes adherimos a esta variable, no búscamos un imaginario acentuado localista como los indigenistas, ni tampoco enfatizamos en su procedencia y pertenencia Latinoamericana. Estamos conscientes del caracter planetario de la practica del arte y queremos insertarnos en una realidad sin fronteras, optamos por la inserción sincrónica en la modernidad y renunciamos a la explicitación deliberada de signos identificatorios. El arte tiene escasa relación con las fronteras nacionales y la labor es alcanzar dominio en los problemas formales que nos plantea el lenguaje artístico y a la vez, expresar los problemas fundamentales del hombre. Hay que fortalecer los lazos cosmopolitas, al mismo tiempo justificar la actitud afirmando que nos situamos en America Latina en el mapa de la cultura universal.

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